Tú...la única persona capaz de retenerme cuando sólo quiero huir; la única que hace que reine la paz y el silencio en mí; la que me inspira una ternura sin mesura y un amor inexpresable; quien es capaz de amortiguar mi tormento y alejar mi soledad; la que hace surgir de mis labios una sonrisa genuina en medio de un llanto que me estremece el alma.
Tú, que eres el pilar de mi existencia, que siempre has tenido un consejo para cada problema y una cura para cada mal.
Porque cuando tú hablas, todo lo demás carece de interés; porque cuando tú escuchas, me siento importante; porque cuando tú sonríes, yo me siento capaz de cambiar el mundo.
Tú...la única persona por la que siento devoción; la única a la que le consiento la compasión, las críticas y los reproches; la única por la que me dejo consolar.
A la única a la que le muestro mi dolor y amargura sin restricciones.
Porque me has demostrado que la seguridad es algo que puede hallarse en el círculo de un abrazo, que el tiempo es algo superfluo cuando se comparte con quien se quiere, que la felicidad es algo que puede estar al alcance de la mano cuando estás cerca.
Tú, que en tu fortaleza no dejaste entrever brecha alguna aunque por dentro estuvieras rota y que mantuviste la serenidad cuando el dolor se volvió agonía.
Tú, que has esbozado una sonrisa, por débil que fuera, cuando la vida no ha parado de golpearte.
Porque mi mundo se tambaleó cuando te vi llorar por primera vez. Porque mi mente con concibe una existencia en la que tú no formes parte.
¿Una vida sin ti? No es sólo que no la imagine, es que no la quiero.
"Tú eres el orden de mi caos más absoluto". Tú eres mi todo.
La que hace que mi voz no enmudezca con el miedo, la que me hace emerger de mi oscuridad. Porque cuando escucho tu voz, yo sé que todo va a ir bien; porque cuando acaricio tus manos, sentimientos indescriptibles se remueven en mi interior.
Ojalá no te fueras nunca de mi vida...¿qué haré yo el día que me faltes? Me dicen que me haga a la idea, que me mentalice, que me aparte, que es ley de vida...pero en cuanto lo pienso, noto como si una mano helada me estrujara el corazón, un vacío, un dolor...
Yo no quiero una vida sin ti.
En palabras nunca podrás llegar a entender lo mucho que significas para mí, pero de todas formas, gracias.
Gracias por quererme, por apoyarme, por levantarme, por aguantarme, por tus sermones, por tus gritos, por tus silencios. Gracias por estar ahí aún cuando me aparté de tu lado, por tus consejos, por tus bromas, por tus "cachitos de pasado".
Gracias por estar en mi vida.
Tranquila, serás para siempre, un fantasma. Mi fantasma.
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